martes, 19 de mayo de 2009

Viajes de fin de semana

Estos son algunos de los paseitos que he hecho los fines de semana para entretener mi estadía en Kenia. Normalmente, son viajes en los cuales salgo de mi casa y regreso el mismo día, pues el país no es muy grande y se puede acceder a estos sitios yendo y volviendo el mismo día, lo que llaman en inglés los “daytrips”.


BOMAS DE KENIA


Este es un centro cultural de Nairobi conocido internacionalmente porque allí se presentan danzas típicas de las principales tribus del país. Literalmente, la palabra “bomas” del swajili significa caserío.


El lugar como tal queda en uno de los mejores barrios de las afueras de Nairobi conocido como Karen, nombre que se le dio debido a que allí vivió la famosa escritora danesa Karen Blixten, desde donde narra su libro “Memorias de Africa”, el cual fue llevado a la pantalla grande.


MUSEO DE KAREN BLIXTEN


Una vez se está allí, existen dos actividades diferentes para realizar: la primera es un sendero donde muestran los caseríos típicos de las tribus más importantes de Kenia. Casualmente la primera que vimos fue la “Mijikenda”, y es de donde proviene la familia con la que vivo ahora, entonces cuando la vimos nos reímos mucho, la criticamos y por supuesto nos tomamos fotos en las chozas del esposo, la primera y la segunda esposa, jaja. En el resto del recorrido vimos otros caseríos, lo cuales no diferían mucho, pues casi todos estaban compuestos por graneros, chozas separadas para el esposo y las diferentes esposas, como quien dice el esposo nunca dormía en su cama, el pequeño establo, el almacén y un par de chozas para los hijos y/o abuelos, todos hechos de barro y paja.


CASERIO MIJIKENDA


CASERIO KURIA


CHOZA DE LA PRIMERA ESPOSA (VICKY)


CHOZA DE LA SEGUNDA ESPOSA (BETTY)


CHOZA DE LA TERCERA ESPOSA (MATILDA)


La segunda actividad, y la principal, es el centro cultural, el cual es un auditorio circular donde se presentan a horas determinadas los artistas permanentes que trabajan allí, recreando danzas y música típicas de varias de las tribus. Al final de las danzas anunciaron un espectáculo de acrobacias, lo cual nos sorprendió bastante, pues dijeron que iban a salir los hombres cebra, y efectivamente, salieron unos tipos vestidos con ropas con colores de cebra, nos dio mucha risa, pero se nos fue la risa pa’ dentro cuando empezaron a hacer las acrobacias, pues eso si fue impresionante. Fue un circo pero sin animales, lo que uno menos esperaría en Africa, jaja, lo cual lo hizo mejor aún. Fue un super espectáculo en el cual hicieron todo tipo de maromas, pirámides y ejercicios como el “limbo”, los cuales que requerían de mucha habilidad, fuerza y concentración. Lo más gracioso fue que nos gustó más que las danzas que fue lo que originalmente fuimos a observar.


BOMAS DE KENIA

DANZAS

HOMBRES ZEBRA

ARCO IRIS AL ATARDECER EN BOMAS

ORFANATO DE ELEFANTES


Este centro de rehabilitación de vida silvestre conocido como “David Sheldrick Wildlife Trust”, es un lote incluido en los límites del Parque Nacional Nairobi, el cual tiene como objetivo regresar a la vida silvestre elefantes que han quedado huérfanos debido a la caza indiscriminada de sus madres por el tráfico de marfil, o que han quedado indefensos por accidentes sufridos en las zonas rurales de Kenia. El fin de este centro es bastante interesante, pues lo que hacen es recoger los animales una vez han sido reportados por alguien, los recogen sea en camión o en helicóptero, dependiendo de la lejanía de la zona, los ponen en cuarentena, luego los crían con la manada de huérfanos que constantemente habita el lugar, y luego de un par de años, después de un proceso de adaptación a la vida silvestre, son liberados nuevamente en el Parque Nacional Tsavo, donde se unen a las manadas ya existentes, con un altísimo porcentaje de éxito.


A este sitio fui con Pablo y con Gabor un sábado en la mañana. Nos tocó esperar hasta las 11 de la mañana donde puntualmente abren las puertas del centro para mostrar a los turistas los elefantes a la hora de la comida y del baño de lodo, si se está a una temperatura elevada. Cuando entramos nos llevaron a un lote donde se veía esplendorosamente la sabana africana del parque nacional, esperando junto a un lazo. Al par de minutos salieron de los arbustos en fila, una manada de elefantes pequeñitos corriendo hacia nosotros porque los esperaban las personas encargadas con teteros de varios litros de leche, los cuales se bogaban en menos de un minuto y continuaban con el siguiente. Estando los animales una vez allí, nos explicaban el proceso de rescate, crianza y reintroducción a la vida silvestre, mientras a veces pateaban un balón de fútbol (para desarrollar habilidades físicas) estando arropados con cobijas para simular el calor de la madre.


VISTA DEL PARQUE NACIONAL


PRIMERA MANADA DE ELEFANTES


CON LOS ELEFANTES


BEBE ELEFANTE ALIMENTANDOSE


Más tarde se los llevaron y trajeron a una segunda manada de elefantes un poco más grandes y siguieron contando las historias de cada uno de los elefantes. Esta vez si me pasó algo muy curioso y fue que mientras alimentaban a unos elefantes los otros caminaban cerca al lazo para que la gente los tocara, pues ya estaban acostumbrados, y de repente, mientras trataba de tocar uno de los elefantes, este se me acercó tanto que se paró sobre mi pié!! Se imaginan? Me pisó un elefante y sobreviví! jaja, obviamente debido al tamaño del elefante, Toda la gente inmediatamente se empezó a reír, y me decían que ya con eso tenía cuento suficiente para decir que había estado en Africa.



PAR DE JABALIES


Finalmente, cuando se llevaron los elefantes, sorpresivamente salió el último de los personajes del día, a través de los arbustos, un rinoceronte bebé! tenía tres meses, pero ese si no era tan obediente como los elefantes y se la pasó correteando de un lado para el otro, hasta que salió corriendo por fuera del lazo y se fue contra Gabor! Jaja, el también ya tiene cuento suficiente pa’ decir que estuvo en Africa. En fin, pasamos un día agradable.


RINOCERONTE BEBE



LA CASCADA DE THOMSON


Localizada en la ciudad (o mejor, pueblo) de Nyahururu, la cascada de Thomson es una caída de agua de aproximadamente 75 metros de uno de los principales ríos que atraviesan la parte central de Kenia y uno de los atractivos naturales más conocidos en la región diferente a la sabana africana. Nyahururu está a unas tres horas y media en matatu desde Nairobi y la cascada es una caminata de 15 minutos desde el pueblo.


Entonces, nuevamente yo, como siempre en mi casa, había programado el paseo familiar para que fuéramos todos los que vivimos en el apartamento. También como siempre, los desperté temprano en la madrugada, a eso de las 6 de la mañana, pues a esa hora acá todavía es de noche; casi no se levantan pero finalmente logramos salir antes de las siete y media de la casa para ir al centro y luego coger el matatu. Llegamos a Nyahururu a eso de las 11 y media de la mañana, buscamos desayuno-almuerzo y fuimos caminando hasta el lugar.


LA CARRETERA HACIA NYAHURURU


Cuando llegamos a la parte alta de la cascada no veíamos el ingreso a la parte baja, entonces después de caminar en el área, encontramos la entrada. Unos metros después se veía la imponente cascada desde la parte alta del precipicio al frente donde estábamos. Era muy bonita y se veía enorme a pesar que en las fotos no se vea así por las proporciones. Bajamos caminando con un guía hasta la parte baja y nos acercamos a la cascada, que una vez cerca, ya no era tan agradable, pues el río estaba algo contaminado entonces se podía sentir algo de olor. De todas maneras nos acercamos bastante hasta mojarnos con la brisa de la caída de agua y tomamos unas fotos. Salimos de nuevo a la entrada del lugar y al ver que no había nada más para hacer, nos miramos y decidimos ir al terminal nuevamente para estar temprano en la casa. A la final todo fue gracioso, pues viajamos tres horas y media de ida, y tomamos el mismo tiempo para regresar, y únicamente vimos la cascada como tal, como quien dice, madrugamos en Manizales, nos fuimos hasta Medellín, vimos una cascada y el mismo día por la noche estábamos de nuevo en Manizales, jaja!


VISTA DEL PAISAJE FORMADO POR LA CASCADA

CASCADA DE THOMSON

CAMALEON

CON GABOR EN LA CASCADA

ARCO IRIS EN LA CASCADA



CON GABOR Y MATILDA

MACHAKOS


Un viernes cualquiera que estaba en la casa, ya que saben como es la situación de trabajo mía, pues decidí no ir a sentarme al frente del computador todo el día, sino irme a conocer algo en las afueras de Nairobi, entonces convencí a Matilda, una de las que kenianas que vive conmigo, y madrugamos para irnos a un pueblo llamado Machakos. Este es un pueblo típico keniano localizado a unas dos horas de Nairobi, conectado a través de una pésima carretera.


Después de alistarnos, nos recorrimos media ciudad hasta encontrar de donde salían los vehículos hacia ese pueblo, pues como les conté, el sistema de transporte no es el mejor. Cuando finalmente nos subimos en el más destartalado de los buses que iba para allá, nos demoramos dos horas y media para llegar, cosa que normalmente debió haber tomado una hora, pero no importa, ya les digo porqué: resulta que después de más de la hora de camino, estando yo en una de las ventanas del bus, empecé a divisar a lo lejos una manda de animales que no sabía que eran, pero no parecían ser vacas; cuando seguimos, nos acercamos y de cerca me di cuenta que era una manada de ñus! uno de los animales más típicos de la sabana africana, luego, después de un par de cuadras alcance a ver también un par de antílopes, y lo mejor, después de cinco minutos más vi algo a lo lejos que no parecía un árbol, cuando pasamos cerca, era una jirafa! Ahí no más, al lado de la carretera, fue de lo mejor, pues ya con eso había valido la pena la madrugada y el viaje, pues estos animales salvajes se pueden ver así en libertad comúnmente en las carreteras de la mayor parte del país.


ZEBRAS EN EL CAMINO


Cuando llegamos a Machakos, encontramos un lugar excelente para desayunar, pues estaba super limpio y vendían milo! algo que no tomaba desde que dejé Colombia (bueno, igual no me puedo quejar, pues hasta ya he hecho arepas acá con la masa de maíz que se utiliza para hacer ugali, y me quedan hasta parecidas, jaja). Salimos entonces a recorrer el pueblo, el cual tenía como unas cuantas cuadras no más, y nos dirigimos a la mezquita. Era una construcción algo antigua pero muy colorida en su parte exterior, pues sólo se podía ver desde afuera ya que el paso era restringido sólo para hombres y yo estaba con Matilda. Continuamos hacia la catedral del pueblo, lo cual no es normal aquí, pues la mayoría de la población es protestante, y entramos. Era una construcción de un gran tamaño para el lugar, nada que envidiarle a Colombia. Cuando salimos nos dimos cuenta que no había nada más para ver en el pueblo, lo único que se nos ocurrió fue caminar hacia las colinas que lo circundaban, pues se veían cerca. Después de caminar aproximadamente una hora, llegamos a una parte alta en estas laderas, y descansamos allí en una roca grande bajo un árbol observando la hermosa vista que ofrecía el lugar, pues por un lado se veía el pueblo rodeado de colinas, y hacia el otro lado se veía la planicie africana en inmensidad.


MEZQUITA DE MACHAKOS


CATEDRAL DE MACHAKOS


VISTA DE LA PLANICIE



EL SENDERO SAFARI


En la entrada principal del Parque Nacional Nairobi están localizadas las oficinas del sistema de parques nacionales de Kenia y allí tienen un atractivo para los turistas, pues tienen instalado un lugar donde se pueden ver de cerca los animales típicos de los safaris por si uno está frustrado de ir a los parque nacionales y no haber podido sino ver los animales desde la lejanía.


A este sitio fui nuevamente con la gente de mi casa, menos Gabor (pues no ha tramitado los papeles de residencia y le tocaba pagar 20 dólares de entrada!), y con una nueva entrenada (trainee, o sea de intercambio) de Aiesec, que es mitad de Canadá y mitad de Taiwán. Entonces luego de la entrada se recorría el sendero por una serie de caminos y puentes muy bonitos de madera, los cuales pasaban junto a los lugares donde tenían a los animales que en su mayoría eran huérfanos que habían sido rescatados en los parques nacionales o que habían decomisado por tráfico ilegal.


EN LA ENTRADA



BUFALO


RINOCERONTE


EL SENDERO


HIENA


El primero de los animales que vimos fue un par de hipopótamos pigmeos (miniatura) los cuales estaban en una charca artificial y en unos prados. Luego siguiendo el camino, nos encontramos con una hiena, el animal era más grande de lo que pensaba; después, con un rinoceronte tan grueso que daba la impresión de tumbar el muro detrás del cual estábamos si salía corriendo. El lugar también contaba con una especie de jardín botánico, el cual no recorrimos por querer ver solo animales. En los siguientes espacios vimos un par de leones. También tenían simulado un espacio como una sabana africana; había un par de cebras albinas (sus rayas eran naranjas!), unos diferentes tipos de antílopes, avestruces y búfalos. Finalmente, en el último de los lotes había un guepardo, el cual desde lo lejos le logramos tomar un par de fotografías. Repentinamente uno de los empleados del lugar se nos acercó y nos dijo que si queríamos podíamos tener una experiencia con el guepardo para toda la vida; nos llevó hasta la jaula de entrada donde alimentaban al animal y nos metió allí; luego tomó un objeto en su mano para atraer al animal y éste se vino corriendo hacia nosotros! el empleado nos dijo que no había problema, y nos dijo que nos podíamos acercar y tocarlo! entonces le pasamos la cámara y el mismo empezó a tomarnos fotos junto al animal; a lo último él empujó al guepardo y este quedó en el suelo, pues estaba muy manso porque había acabado de comerse unos cuantos kilos de carne para el almuerzo, jaja, entonces aproveché y me acosté junto a él. Esa ha sido la mejor experiencia que definitivamente he tenido con un animal salvaje.

PAREJA DE LEONES


GUEPARDO

AVESTRUZ

ZEBRA ALBINA Y ANTILOPE

HIPOPOTAMO PIGMEO

CON EL GUEPARDO!


EL PARAISO PERDIDO


A unos 20 kilómetros, en las afueras de Nairobi, se encuentra un pueblo llamado Kiambu. La verdad allí lo único interesante para conocer es un lugar que se llama “el paraíso perdido”. Este es un estilo de finca privada abierta al público donde se puede ir a pasar un rato para un paseo de olla o algo así. A esta finca me dirigí con Gabor, que nunca puede faltar, y con una nueva entrenada de Nueva Zelanda llamada Maria.


CAMELLO EN EL PARAISO PERDIDO


AVE EN EL LAGO

Todo es muy sencillo allí, pues promocionan una cascada, la cual tenía muy poco agua, unas cuevas, a las cuales obviamente entramos a curiosear, pero nada impresionante, y un lago pequeño en el cual se puede montar en bote. Nos sentamos en una mesa al frente del lago en una choza donde pedimos cervezas y comida, y pasamos la mitad del día charlando y reflexionando acerca de nuestra estadía acá, que profundo, no? Ya en la tarde, dimos una vuelta en el bote y como buenos turistas desocupados nos pusimos a ver pájaros, pues eran bastante variados, patos y águilas, entre otros, y pues una que otra foto quedó buena con la super cámara de Gabor.


AGUILA

SENDERO EN EL LUGAR


EMPRENDIENDO VUELO


CHOZA EN EL LAGO

VISTA DESDE LAS CUEVAS

SOBREVOLANDO

LA CASCADA

PATOS

BOTE EN EL LAGO


LAS CATORCE CASCADAS


El mismo fin de semana me dirigí con Gabor a un lugar llamado las catorce cascadas. Este es un lugar que queda a unas dos horas de Nairobi, cambiando de transporte en un pueblo llamado Thika. El transporte nos dejó en un desvío en carretera destapada desde el cual nos tocó caminar aproximadamente un kilómetro. Al llegar al sitio se veía el río Athi, otro de los ríos que cruza la parte central de Kenia. El paisaje se veía muy bonito, pero al acercarnos más y más, vaya sorpresa, el río estaba bastante contaminado.


EN EL RIO

BUCHONES DE AGUA EN EL RIO


Descendimos entonces a la parte baja de la cascada para verla como era un su totalidad e inmediatamente nos dimos cuenta el porqué le habían dado ese nombre al lugar, pues el río siempre estaba algo caudaloso y había un lugar del cual descolgaba el río a una parte baja como si hubieran cortado dos placas y las hubieran puesto a diferente nivel, entonces como el río era bastante rocoso, el agua descendía por diferentes rutas, las cuales daban lugar a las catorce cascadas, que en realidad eran más de catorce en el momento en el que estuvimos allí. Allí pasamos un rato charlando y comiendo mecato, hasta que nos dio por cruzar el río en una de las canoas de las personas de la región. Desde allí se pudo ver mejor la grandeza de las cascadas, pues se puede caminar en las cercanías de la parte baja desde la planicie. Pero había un solo problema, a medida que nos acercábamos podíamos sentir más el mal olor del río y cuando estábamos en la parte más cercana, nos llegó la brisa de las cascadas y nos tocó salir corriendo para no ensuciarnos, jaja. Después de un rato y tomar unas buenas fotos decidimos dejar el lugar para llegar rápido a la casa y poder bañarnos otra vez.


CERCA A LAS CASCADAS



HOMBRE AL AGUA

LAS CATORCE CASCADAS


VISTA DE LAS CASCADAS