jueves, 10 de septiembre de 2009

QUE PASO CON MI PRACTICA?

Estaba sentado en el computador en la mañana del jueves 2 de junio como regularmente estaba, sin hacer mayor cosa y esperando a que resultara trabajo, y me llega en ese momento un mensaje por el Chat de parte de la persona encargada de los intercambios entrantes en Aiesec Nairobi, lo cual me dio un mal presentimiento porque ellos nunca aparecen para nada, cuando me dijo: “en dónde está en este momento?. Necesito hablar con usted”. Me preocupe bastante pero lo dije que nos viéramos en la tarde en la oficina de Aiesec justo después de almuerzo y así fue. Nos encontramos en uno de las zonas verdes de la universidad, me hizo sentar e inmediatamente me empezó a decir: “resulta que estaba de paso por los jefes de todos los practicantes para preguntar como se iban desarrollando y cuando fui donde su jefe me dijo que lo sentía mucho pero que no tenía más trabajo para mi”. Aquí comienza todo.


Empieza ella a decirme una serie de cosas de lo que venía pasando con mi práctica que estaba hablando con mi jefe, cosas que no eran nuevas para mí pues yo desde tiempo atrás pensaba era cuánto más iba a durar en esa práctica porque la verdad no pasaba nada que demostrara una mejora en la situación. Desde que llegué a la empresa, el 21 de enero, con todas las complicaciones que tuve ya que nunca habían avisado en la empresa que yo venía desde el otro lado del mundo para trabajar con ellos, las cosas nunca pintaron bien al enfrentar al jefe de la empresa y al encargado del centro de idiomas al siempre estar sacando disculpas de porqué no habían estudiantes para mí, que era caro hacer publicidad, que con la crisis económica la gente no tenía plata, que con los próximos eventos de esos días finalmente me tendrían trabajo, cosa que nunca pasó. En resumidas cuentas, increíblemente ahora que lo pienso bien, estuve en una empresa recibiendo salario durante 4 meses para enseñar español y sólo tuve una sola clase de una sola persona, la cual fue a la primera clase después de quedarme mal varias veces y luego no volvió, y me llamaba al celular diciendo que la próxima semana iba porque estaba muy ocupada y así lo hizo un par de veces más, nunca más apareció.


Para colmo, siempre fue un enorme sufrimiento para mí el final de mes, pues como buena empresa africana, nunca pagaban a tiempo y la angustia se hacía aún peor al darme cuenta que a varios de mis compañeros de trabajo les debían ya salarios de varios meses y eso para mí era inconcebible, pues de esa plata era de la que me servía ya para sostenerme, inclusive en una ocasión, después de mucho acosar al jefe y el hacerse el loco, recibí uno de mis salarios en la tercera semana del mes siguiente al que debía ser, gracias a Dios siempre tuve plata de reserva para enfrentar estas crisis. La cultura aquí es así, Africa es difícil y su fama no es gratis, hay mucha corrupción y la gente sufre demasiado por la inestabilidad de sus posiciones y por lo que irá a pasar el día de mañana, sufrí el problema en carne propia pero pudo ser peor; la gente aquí critica todo el tiempo el sistema y a sus gobernantes y no se dan cuenta ellos mismos que son lo que han creado, pues toda su cultura es igual, de quejarse, decir que hacen y nunca cumplir; esa sería la forma mía de describir Nairobi, inestable.


Que locura ha sido vivir todo esto, una gran esperanza que siempre tuve de tener una práctica de intercambio adecuada que nunca llegó y que por el contrario con el tiempo las ilusiones se desvanecían y el miedo venía a mí por la incertidumbre de lo que iría pasar al mes siguiente, al día siguiente. También me doy cuenta que en el fondo mi organización Aiesec tiene la culpa de lo que pasa, nos hemos enfocado en vender prácticas estudiantiles para acrecentar nuestros números como una gran empresa pero hemos olvidado brindar lo más importante, la calidad. Que respondería yo a una próxima persona que me preguntara acerca de la conveniencia de una práctica con mi organización? Le pediría mucha cautela para escogerla, escoger al país al que se va lo veo más como una lotería, pues cuando estuve en India mi experiencia con la empresa fue lo mejor que pude imaginar, mientras paradójicamente llegaba por la noche a varios de mis compañeros que inclusive lloraban por las condiciones en que les tocaba vivir su experiencia de intercambio, nunca lloré esta vez pero supe en carne propia lo que es estar desamparado laboralmente y por parte de la organización estando al otro lado del mundo.


Ahora explico la parte legal y lo consecuente de la charla con la persona de Aiesec luego que me dijo que no podían emplearme más: resulta que el jefe mío estaba era pendiente de vender el centro de idiomas, pues este no funciona sólo para este fin sino que también es un centro de exámenes de certificación en lenguas extranjeras y enseñanza de computación, pero ni lo uno ni lo otro funcionó bien durante el año, pues constantemente tanto los empleados como las máquinas de la empresa no funcionaban, no había la asistencia necesaria y el jefe siempre vivió desenterado de eso, el resultado, dinero mensual que la empresa consume y cosa que no cambia al día de hoy desde donde estoy escribiendo este artículo, el paga todo eso de su bolsillo sostenido por medio de otros negocios más grandes que tiene, a veces me atrevo a pensar que de pronto esté haciendo ilegal con esta empresa pero no tengo las pruebas para lanzarme a decir ello. El menciona algunos de los negocios que tiene pendientes con esta empresa y como funciona, pero la verdad él siempre se salía por la tangente al tratar de resolver los problemas que lo acorralaban, comportamiento también muy típico de esta cultura, entonces nunca supe hasta donde creerle; a la larga él tenía razón, pues era evidente que el centro de idiomas no daba lo suficiente para ser sostenible, él estaba literalmente pagándome el salario de su bolsillo y yo involuntariamente tampoco daba beneficio alguno a la empresa, pues como hago para enseñar sin estudiantes?


Tanto Aiesec como mi jefe trataron de buscar soluciones para mi situación: por un lado, mi jefe “trató” de hablar con un par de amigos que tenían centros de idiomas, pero a la final me exigían si quedaba trabajando con ellos un término mínimo de un año y pues después de medio año aquí viviendo todo tipo de inconvenientes no creo que fuera razonable alargar mi estadía; también hubo otro amigo que tenía un centro de idiomas un Tanzania, a la final yo no tenía nada que me amarrara a Kenia, el negocio nunca se concretó por la misma situación; por parte de Aiesec, llevábamos en la búsqueda de una nueva práctica para mí inclusive desde el momento mismo en que empecé a trabajar con la empresa pues las condiciones de trabajo y la calidad de la práctica nunca fue la adecuada, pero allí viene otro factor que nunca me tragué: ellos buscando una práctica para mí? El hecho de que sean Aiesec no indica que hagan las cosas que se deben hacer, de hecho quedo de sobremanera desilusionado con las expectativas que tenía con ellos, pues quienes siempre debieron haber sido el apoyo resultó siendo la mayoría de veces el obstáculo por la negligencia misma con que funcionan, sino se les dice una cosa para que la hagan en el momento, nunca la hacen. No creo que de verdad se hayan puesto en la tarea de solucionar mi problema, pues el mío comparado con el de otros entrenados que vinieron por prácticas que nunca les pagaron y les tocó devolverse a sus respectivos países con el rabo entre las patas, pues es mucho peor que lo mío, al menos yo lograba sobrevivir de cierta manera aquí, inclusive a Aiesec en Nairobi se les suspendieron las prácticas por dos meses y no podían traer a nadie de intercambio, cumplieron el castigo y todo ha quedado en el olvido.


Ese par de oportunidades nunca llegaron a mí por parte de Aiesec, pues el mayor problema es que yo exigía una práctica paga, como lo había firmado en el contrato antes de venir a Kenia, pero la mayoría de prácticas que ellos ofrecen son para voluntariados, y pues mi perfil de profesor de español no es muy apetecido en este mercado, de debuenas logré encontrar algo para venir a Africa que fue lo que siempre quise, lástima que todo se haya dañado. Por ende la única solución tangible que me ofreció Aiesec fue volver a la práctica que tuve en la escuela del primer mes, lo recuerdan? A mí me hubiera encantado volver allá, pero saben cuál era el único problema? Me ofrecían sólo la mitad del salario, lo cual era únicamente suficiente para vivir pero no para ahorrar y viajar que es la razón verdadera por la que dejé Colombia, entonces ya no tenía sentido para mí quedarme trabajando sólo por quedarme sabiendo que no avanzaba en lograr mis objetivos. Por último, muy cínicamente la muchacha de Aiesec me dijo que podía denunciar mi caso a la Junta Internacional de calidad de Intercambios en Holanda porque ellos no podían hacer nada más y ya me habían ofrecido las soluciones que estaban al alcance de ellos, pero que a la final lo único que yo me ganaba si salía triunfante del pleito era que me decían que debía volver a Colombia y que a medida que Aiesec Nairobi consiguiera el dinero me reembolsaban los salarios de los meses restantes de mi práctica en compensación. Fin de mis opciones.


Llega entonces la hora de tomar decisiones importantes, poner todas mis cartas sobre la mesa y decidir; mis opciones eran tratar de quedarme más de un año trabajando en algo que era incierto, tomar la práctica con la mitad del salario lo cual era insuficiente para mis objetivos o denunciar mi práctica al comité internacional para volver a Colombia y que me reembolsaran lo que me correspondía: lo medité profundamente pero no por mucho tiempo, observé el ambiente que me rodeaba y tomé en cuenta las verdaderas razones por las que dejé Colombia y por las cuales ya estaba en otro continente y llegué a la conclusión que lo mejor era dejar las cosas así, dejar de luchar en contra de la corriente y tomar de la mano las ayudas que mi familia me había ofrecido en mis momentos de dificultad, entonces toda mi vida en Kenia cambió a partir de ese momento, decidí no trabajar más y renunciar a las otras posibilidades y seguir mi gran objetivo: viajar a todos los lugares que me había propuesto, incluyendo el mayor objetivo, llegar a la cima del Kilimanjaro, la montaña más alta de África.


Una vez tomé la decisión mi mente se empezó a esclarecer, pues me di cuenta que para lograr esto necesitaba solo algo de tiempo y de dinero que tenía ahorrado más con la que me ayudarían desde mi casa para seguir adelante; analicé bien las cosas y antes me daba cuenta que mis posibilidades eran empezar a viajar inmediatamente para alcanzar a ir a todos los lugares que me había propuesto y dejar en el mismo lugar la reserva de viaje que tenía para volver a Colombia, a la fecha tenía dos meses y medio para lograr todo, pues cuando compré el tiquete desde el inicio la fecha de regreso estaba fija y se suponía que yo la cambiaba para extender el término de mi práctica, pero esto ya no tenía razón de ser, entonces era dejarla donde estaba, empacar maletas y empezar a vivir la gran aventura de Africa. Desde el momento en que tomé la decisión me sentí feliz y no frustrado porque simplemente Dios y la vida me mostró otro camino, diferente al que esperaba, para lograr los mismo objetivos. Lo único que hice después fue ir a la empresa y dar las gracias por todo, quedé con carta de recomendación, las puertas abiertas para tener acceso a los computadores por el resto del tiempo en Kenia y una gran sonrisa interna por saber que de verdad estaba cumpliendo lo que me fijé.


miércoles, 9 de septiembre de 2009

PASEO A KITALE

Repentinamente me veo en un bus rodeado por entrenados de China y Taiwán, pues casi todos los entrenados que vienen a Nairobi lo hacen por poco tiempo porque la mayoría de prácticas son de desarrollo de la comunidad y como éstas no son pagas, pues las personas que vienen a estos voluntariados se quedan por poco tiempo para poder realizarlas o se lo toman como unas vacaciones de la universidad, y ésta era época de vacaciones en el lejano oriente también. El bus se dirige hacia el pueblo de Kitale para llevar a cabo el seminario de desarrollo de liderazgo de la comunidad de África del Este de Aiesec, entonces aprovecho la oportunidad para unirme a la conferencia e ir a visitar un par de cosas alrededor, incluyendo lo más importante, conocer a los papás de Jimmy, mi mejor amigo keniano, pues él es originario de allá.


Logro tener un buen acuerdo con las personas encargadas del evento para poderme unir a ellos en el bus, estar en un par de fiestas, comer con ellos y poderme devolver después al momento que finalice el evento, pues la oportunidad me cayó como anillo al dedo. Entonces luego de un retrasado inicio del viaje (cosa que no es rara aquí), salen dos buses llenos con los delegados del evento y me voy aprendiendo cosas de las diferentes culturas, tanto así que para el final del día ya era capaz de diferenciar y pronunciar las cuatro diferentes entonaciones del Chino-Mandarín!; luego de más de 8 horas de viaje y parar en un lugar poco agradable para almorzar, lo cual me hizo comprar solo mecato empacado, llegamos a Kitale al lugar de la convención; éste es un centro de investigaciones agrícola, dado la vocación de las tierras a su alrededor, compuesto por dos bloques de habitaciones para hospedaje, una cocina, un salón principal (donde se llevó a cabo el evento) y una cancha de fútbol rodeada de diferentes cultivos; de todas maneras las condiciones no eran las mejores por la calidad en que se encontraban sus baños y las habitaciones no eran las más bonitas, además del predominante olor a humedad.


Luego de instalarnos donde escogimos con los grupos que formamos a la llegada, tocaron la campana para pasar a comer. La comida constaba de un buffet keniano, con carne en salsa un poco dura de masticar, repollo sudado y arroz, nada especial para recordar; pero lo mejor de la comida fue la integración con las personas del evento al haber bastantes delegados extranjeros así como miembros de Aiesec. Procedimos luego al salón principal donde se daba inicio al evento con bailes típicos de Aiesec que no varían mucho en todo el mundo, la gritería y el bullicio por la emoción del evento y la debida presentación de las personas involucradas en la organización y desarrollo del seminario. La noche fue rematada con una fiesta de camisas blancas en la cual todos cargábamos marcadores y escribíamos mensajes de nuestras primeras impresiones de las personas que veíamos o acabábamos de conocer sobre sus camisetas, pero yo siendo más precavido pues me puse unos papeles grandes para que escribieran sobre mi encima de una camisa negra, jaja, no tenía más, y pues todavía tengo todos los mensajes para el colombiano guardados!


CONFERENCIA DE AIESEC


En la mañana siguiente, después de ir a dormir tarde por quedarme con los locales bailando, me levanté bien tarde a envidia de todos que tuvieron que madrugar, lo único que me llamaba era el desayuno. Después de pasar una mañana perezosa y sólo esperar el almuerzo, empaqué y me fui para la carretera a esperar un carro que me llevara hasta el pueblo de Kitale. Quedo de encontrarme con la mamá de Jimmy a mi salida de un café internet en medio de la tarde y finalmente me encuentro con ella; es una señora totalmente amable y querida conmigo, pues iba recomendado por el hijo y ella ya sabía cosas de mi con anticipación; pasamos a comprar unas cosas al supermercado y directo hasta las afueras del pueblo para ir a su casa. Cuando llegamos quedé impresionado por la belleza de la casa, está muy bien tenida y a pesar de vivir en el campo tienen una vida muy citadina desde allí con todas las comodidades y facilidades. También tuve la oportunidad de conocer al padre de Jimmy, fue muy amable cuando me conoció, muy emocionado estaba también, y de inmediato me abrieron las puertas de su casa para recibirme y que yo me sintiera como en casa, como el hijo de ellos. Rematamos la noche con una comida bien típica de la región de ellos: pollo asado, coles y espinacas sudadas, chapati y muchos chiles, y me fui temprano a dormir, pues tenía un resfriado que me molestaba desde la noche anterior, entonces a ocupar el cuarto del hijo de ellos.


LA SALA


LA PIEZA DE JIMMY


LA CASA!


LOS PAPAS DE JIMMY CON LA RELIQUIA FAMILIAR


Al siguiente día, después de tomar fotos de la finca y tener tremendo desayuno típico con productos frescos de la finca, me fui con el papá de Jimmy para el museo de Kitale, la actividad más reconocida por hacer en el pueblo; éste constaba de una parte donde mostraban historia natural humana con algunos restos bastante antiguos y algunos objetos típicos de las diferentes tribus del occidente keniano, además de un salón donde habían disecado varios animales de la sabana africana; también había un serpentario al aire libre con varias especies interesantes y varios tipos de tortugas; el día allí lo rematamos con una caminata en el sendero ecológico, nada que envidiarle a Manizales, jaja. Luego de esto, pues sin mucho que hacer en el pueblo, fuimos a recorrerlo caminando, cosa que terminamos en menos de media hora, pues el pueblo fue construido para soportar la demanda de productos agrícolas de las fincas a su alrededor. Almorzamos en un restaurante de un hotel donde se notaba la diferencia de la calidad de la carne con respecto a la de Nairobi por ser obtenida de allí mismo y pues el resto del día fue de descanso en la finca charlando con los papás de Jimmy, teniendo siesticas, y comiendo y viendo televisión con ellos, me sentía como en casa.


EL MUSEO DE KITALE


SALON DE HISTORIA NATURAL


VIVIENDA TRADICIONAL DE LAS TRIBUS


Madrugamos entonces para ir a conocer el parque nacional más cercano al pueblo, aproximadamente una hora de camino para llegar al más pequeño que hace parte de los parques nacionales de Kenia, es un humedal con pastizales muy altos inundados por un río que es preservado para cuidar a una especie bien rara de antílopes que sólo viven en este ambiente: los sitatungas. Afortunadamente iba con los papás de Jimmy que muy amablemente me acompañaron hasta el parque, pues viviendo allí toda su vida y no lo conocían, pero pues ese síndrome es más común de lo que uno piensa, y se hizo muy fácil el acceso hasta el lugar porque la verdad es bien difícil por transporte público. Habían senderos muy bien tenidos y señalizados que dirigían hacia la zona húmeda desde donde se podían ver los sitatungas desde plataformas de madera a lo largo de esta con algo de paciencia y estando alerta; para llegar allí se caminaba entre un bosque que rodeaba el parque y había un par de puentes que lo cruzaban transversalmente y se facilitaba el avistamiento de los animales; allí la pasamos toda la mañana, teniendo algo de suerte pues vimos varios sitatungas saltando en medio de los pastizales. Ya en el camino de regreso me invitaron a almorzar en carretera a un sitio típico de la región donde nos relajamos un rato mientras regresábamos a la casa para empacar y despedirme ya que volvía nuevamente al lugar del evento; me llevaron hasta el lugar y quedé muy agradecido con ellos, una experiencia bastante de familia, me hicieron sentir muy bien.


CON EL PAPA DE JIMMY EN EL HUMEDAL


SENDERO DEL PARQUE


PLATAFORMA DE OBSERVACION


EL HUMEDAL


De regreso en el evento me uní a las actividades con los otros delegados donde me alcanzó a tocar una sesión de relajación muy interesante y una discusión de las diferencias entre las diferentes culturas africanas que me hizo llegar a conclusiones y caer en cuenta porqué la gente de aquí es así, y como siempre hay razones bajo todo eso, la historia y la cultura ha sido difícil para ellos, por eso se ve reflejado en sus personalidades. El resto fue fiesta que no puede faltar dentro de Aiesec y la espera al siguiente día para seguir con mis actividades en Nairobi.


CON LOS PAPAS DE JIMMY