miércoles, 10 de junio de 2009

El Carnívoro

Este es un restaurante que queda en las afueras de Nairobi y es el más famoso de la ciudad. Está entre los mejores 50 restaurantes del mundo y es el mejor de todo el este africano, todo esto debido a su especialidad, el ñama choma (carne asada) de todas las variedades, ¡incluyendo un par de carnes de animales salvajes! Obviamente casi todo turista (o mzungu, como nos dicen acá) que pasa por Nairobi, viene a este restaurante.

Mi amigo Pablo, el cual está trabajando para una compañía que organiza safaris, nos consiguió un descuento a todo el grupo de amigos que ibamos para allá, pues el restaurante es del tipo “all-you-can-eat” (o sea que uno puede comer hasta reventarse y vale lo mismo) y el precio de la comida era de 85.000 pesos por persona, con el descuento nos quedó a cada uno en 60 mil pesos. Quedé entonces yo a cargo y al final logré reunir a un grupo de 12 personas para ir allí.

Cuando llegamos, vaya asombro! Pues casi todo el restaurante estaba lleno y raramente había gente local, extranjeros a cualquier lado que mirara. Nos asignaron una mesa, la cual nos cambiaron después porque fuimos más gente de la que esperaban con la reserva que teníamos….y a esperar para ver que tenían preparado para nosotros. Entonces pasó un primer mesero tomando la orden de las bebidas (que no estaban incluidas, pues eso es parte del negocio), luego llegó otro a explicarnos el procedimiento; nos trajeron primero unas tazas con sopa de vegetales que estaba buenísima, con unos panes con mantequilla, lo cual me pareció bien curioso, pues las sopas no hacen parte de la gastronomía africana. La sopa no se la tomaron la mayoría diciendo que no los iban a embobar y que se querían llenar sólo a punta de carne, jaja!. Luego trajeron unas bandejas de varios pisos donde había una variedad de acompañamientos para las carnes, entre los cuales habían salsas, ensaladas, arroz, vegatales, etc, y para cada uno un plato caliente sobre la mesa… aquí empieza el festín: pasa el primer mesero con una tanda de papas asadas y costillas de cerdo, seguido de otro con muslos de pollo, ambos deliciosos, en especial el condimento de los muslos, quien lo imaginaría?. Cuando apenas estábamos empezando, trajeron filetes de cerdo cortados directamente desde el chuzo donde estaban las porciones, el mismo procedimiento para la carne de cordero, alas de pollo en salsa de miel, filete de res, hígado de pollo, pavo y para rematar, albóndigas de avestruz y carne de cocodrilo! jaja! Estuvo buenísimo!. El avestruz nunca supe a que sabía, pues las albóndigas estaban bastante condimentadas y no sentía un sabor real de la carne pero me gustó mucho, y el cocodrilo tenía un sabor y textura exactamente entre el pollo y el pescado. Mi favorito de la noche fueron los filetes de res que estaban de una calidad excelente, asado a ¾, y por lejos mucho mejor que cualquier tipo de carne en Kenia, pues la calidad acá de la carne no es muy buena que digamos.

EN EL RESTAURANTE

Eso no es todo, pues los meseros seguían trayendo cualquier tipo de carne para repetir, pero yo “a duras penas” me comí una porción de cada carne de cada tipo pa’ probarlas todas, jaja, que tal el descarado! además repetí dos veces más carne de res; la verdad no sé donde me cupo toda esa comida. Cuando nos cansamos todos de comer, bajamos una banderita blanca de papel que había sobre la mesa en señal de rendición, demasiada comida, pues yo sentía como si tuviera un ladrillo en el estómago que no me dejaba parar de la silla. En ese momento llegó otro mesero con otra carta donde podíamos escoger un postre y café o té. Para completar pedí un postre de piña que acompañé con el helado que un amigo no quiso comer y finalmente la tasa de café para bajar todo. Ya no quería ver más comida como en una semana.





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