martes, 30 de junio de 2009

Lago Nakuru


Luego de una corta noche durmiendo, ya que estaba con la colonia de colombianos en Nairobi comiendo sancocho y hasta arroz con leche y solteritas en la nueva casa de la embajadora donde estuvimos bailando, seguido de una fiesta de remate en la casa de otro colombiano y por último una discoteca, habían sido solamente tres horas en las que pude conciliar el sueño después de tan agitado día con los compatriotas. Me levanté entonces para alistarme a conquistar mi siguiente destino, uno de los más apetecidos en Kenia, el lago Nakuru, otro de los lagos localizados en el Gran Valle del Rift, parque nacional que compite en ser el segundo mejor del país luego del Maasai Mara y el Amboseli por su gran concentración de animales salvajes.

Arranca entonces una interesante y larga jornada antes de las 7 de la mañana cuando Spyros (un amigo griego) y yo salimos de mi casa en un carro que yo había alquilado desde el día anterior y que Gabor había recibido en la casa al yo estar de celebración en celebración. Nos subimos, lo probamos y nuevamente salí por segunda vez en un carro manejando en Kenia, pues esta vez el carro estaba a nombre mío y mi licencia de conducción era la registrada, por lo cual yo era el único que podía manejarlo. Al salir a las calles ya me acordaba que estaba acostumbrado al cambio de dirección en el volante por las carreteras de la antigua colonia inglesa. En el centro de la ciudad recogí a Ines (Alemania) y Hildur (Islandia) y le dimos duro a la carretera. Después de salir de la ciudad hemos parado a desayunar un desayuno típico keniano: huevos fritos, chapati y té.

Mientras íbamos en la carretera hacia el Gran Valle del Rift, esta vez fue mucho más interesante que las veces pasadas porque como teníamos nuestro propio carro podíamos para en cualquier lugar sobre la carretera para admirar las bellezas naturales que el país tiene para ofrecernos en esta región. Nuestra primera parada la hicimos en Limuru, el gran mirador del valle, esta vez nos tomamos el tiempo para unas buenas fotos. Al continuar, paramos junto al Monte Longonot, volcán inactivo que ya les había comentado en una ocasión anterior, localizado junto al lago Naivasha. Pero lo mejor se dejó venir, pues esta vez pudimos parar junto a los animales salvajes que diariamente se acercan a las orillas de la carretera, fue increíble ver de tan cerca unas cebras y unos babuinos que buscaban comida y paso a través del corredor de la sabana. Un par de horas después ya estábamos en el pueblo de Nakuru, donde paramos unos minutos para comprar provisiones que nos iban a servir de comida dentro del parque nacional, ya que como es un parque de safaris con animales salvajes que pueden ser peligrosos, no se está permitido bajarse de los carros.

VALLE DEL RIFT

INES, SPYROS, HILDUR Y YO

VISTA DEL MONTE LONGONOT

EN LA CARRETERA

BABUINO

Unos kilómetros después, llegamos a la entrada principal del parque nacional donde parqueamos para registrarnos y pagar en la taquilla, pero aquí empieza un gran problema, pues no me querían dejar pagar la entrada al parque como residente ya que los papeles que yo mostraba sólo decían que mi residencia estaba en trámite, no que la tuviera como tal, pero pues esto es cuento aparte, pues este es un papel que debía haber recibido por parte de Aiesec y del gobierno desde el primer mes que llegué aquí, y esta es la hora, después de casi 6 meses, que no me han entregado nada pasando excusa tras excusa. Me tocó entonces casi rogarle a la cajera, pues si no me daban el descuento pasaba de pagar 30 mil pesos a unos casi 150 mil pesos de entrada a un parque nacional por un solo día! Mis amigos me ayudaron bastante a hablar también, pues yo era el único en esa situación porque ninguno de los otros 3 tenía derecho a esto al sólo aplicarse a aquellas persona con una estadía superior a los 6 meses. A pesar de la dureza de la cajera, después de mucho explicarle la situación y sólo estar esperando un soborno, cosa que se les hace super natural acá, y que yo rechacé a hacer porque no es mi culpa la demora en estos trámites, fui remitido al jefe de la cajera. La situación no cambió mucho pues me daba él las mismas razones y pues no hacia sino mostrarme una lista de documentos no válidos, entre los cuales estaban los míos, y peor todavía, también me pedía soborno diciendo: “Los dos tenemos un problema, cómo nos podemos ayudar?”. Finalmente cuando vio nuestra larga insistencia, nos remitió al jefe encargado del parque, donde seguimos el mismo procedimiento, pero éste, a pesar de su seriedad, acepto hacer una excepción! Hasta me terminó preguntando por cosas de Colombia! Lo habíamos logrado, finalmente pudimos entrar al parque… que alivio!.

POSTE DE LUZ CERCA AL PARQUE

Cuando llevábamos los primeros metros, llegamos a una desviación sobre la carretera, pues una vez se entra uno es libre de seguir los caminos que estén señalizados y salirse de estos está prohibido, entonces decidimos girar por la izquierda y hacer un recorrido circular por las afueras del lago, su atracción principal. Ni siquiera habían pasado 5 minutos y ya se atravesaba una manada de cebras que ni se inmutaba con el paso de nuestro carro al estar a tan pocos metros de distancia; seguimos el camino y nos dirigimos inmediatamente a la primera ocasión a la orilla del lago; cuando ya éste se divisaba no cabía en mi vista la cantidad de animales que podía observar a la vez literalmente, pues manadas enormes de búfalos, cebras y antílopes infestaban el frente del lago, el cual estaba entopetado de un color rosa fuerte por los miles y miles de flamencos que lo habitaban; también compartían el espacio con grandes cantidades de cormoranes y pelícanos, era un espectáculo de la naturaleza sin igual y lo mejor de todo era que podíamos cordear el lago en medio de todos estos animales y ellos seguían ahí, dejándose fotografiar a cada momento desde nuestras ventanas y tiempo nos daban para posar casi junto a ellos a pesar de que no debimos haber hecho esto al no estar permitido pero veíamos que otra gente lo hacía; de todas maneras la emoción era mucha. Después de quedar extasiados de tanta belleza, volvimos de regreso al sendero que nos llevaba a través del resto del parque, pues éste era sólo el comienzo.

FLAMENCOS Y PELICANOS

AVE

TAPETE ROSA

CON LOS FLAMENCOS

DESFILE DE FLAMENCOS

CON BUFALOS

VISTA DEL LAGO CON BUFALOS Y FLAMENCOS

Volvíamos a nuestro camino y nos cruzábamos ya con grandes manadas de babuinos que pasaban su tiempo jugando, acicalándose y hasta en apareamientos sin censura que nos causaban mucha risa, y yo mientras tanto manejando y parando en cualquier momento, sin afanes, tratando de tomar entre todos las mejores fotos posibles sin dejar de disfrutar del safari. Repentinamente, vimos más adelante un par de vehículos estacionados, nos parecía muy raro, entonces cuando nos acercamos nos dimos cuenta que era…un rinoceronte! A tan solo unos 5 metros del carro! Se veía empantanado y caminaba lentamente. Luego a los dos minutos, llegó un segundo rinoceronte, con una cría diminuta, más bonita! Fue una experiencia super estar junto a esa majestuosidad de rinocerontes blancos, los cuales están en vía de extinción. Más adelante en la carretera parábamos para contemplar los “kudus”, un tipo de antílope grandísimo y de largos cuernos, mientras se acercaban a cebras y antílopes, varios animales en el mismo cuadro, inclusive se veían con el lago de fondo.

VENADO

BABUINO ACICALANDO

KUDU

RINOCERONTE

KUDU Y CEBRA AL FONDO

En un pequeño desvío de la carretera que estaba levemente visible, observamos un par de carros con personas por fuera de ellos tomándose fotos en la sabana, lo cual nos hizo pensar que podíamos ir e hicimos lo mismo, pero a tan sólo unos instantes llegó la policía guardabosque, se acercaron y nos dijeron que estábamos infringiendo la ley, por lo tanto teníamos que ir a prisión! No se imaginan el susto!, entonces me tocó nuevamente hablar con él al estilo en que lo hice con la gente a la entrada del parque, pero en plena discusión me pidió los documentos y otra vez el mismo problema, pues me decía que para mí no era permitido entrar como residente, la cosa se ponía difícil. Seguí insistiendo e insistiendo calmadamente, hasta que empezó a aflojar pidiendo soborno nuevamente al mejor estilo keniano: “cómo nos podemos ayudar”; en ese momento me di cuenta que podía arreglar las cosas, entonces seguí persuadiendo hasta que preguntó quién se había desviado de la carretera primero y pues me tocó decir que habían sido los otros, al fin y al cabo el problema para los otros el problema no era tan grande como hubiera podido ser para mí; finalmente el guardabosque cedió y me dejó ir. No era sino que avanzara unos cuantos metros y otro guardabosque me paró de nuevo, obviamente intentó el soborno y obviamente intenté lo mismo; después de unos minutos ya por fin nos veíamos librados de tal inconveniente, casi no. Seguimos entonces y vimos unas cuantas avestruces en el camino y varias manadas en grandes cantidades de los mismos animales, parábamos, tomábamos fotos, contemplábamos y seguíamos.

CIERVO DE AGUA

BABUINO 2

PATAS DE AVE

ANTILOPE

BUFALO

AVESTRUZ

CARA DE LA CEBRA

Ya eran pasadas las 4 de la tarde y de todas las emociones fuertes de ese día ni nos acordábamos de comer, pero ya el hambre estaba haciendo estragos; manejamos por una media hora hasta un sitio para picnic y cuando habíamos comida apenas la primera tajada de pan con mantequilla de maní, se vino corriendo un babuino, cosa que sabíamos podía pasar por los letreros que abundaban en el lugar, y pues sí, salimos corriendo, no alcanzamos a empacar la comida y cuando nos encerramos en el carro el babuino este nos dejó sin almuerzo! Se llevo las frutas y el pan, jaja, un animal nos dejó sin comida, lo más chistoso es que Ines, la alemana se fue detrás disque a quitarle la comida al mico, jaja, hasta peligroso era!, igual no lo logró obviamente y nos tocó irnos con la paja entre el rabo y esperar a salir del parque para comprar pan y poder almorzar, jaja.

INES PIDIENDO COMIDA!

Haciendo recorrido sobre el último sector del parque ya bajaba el sol dando mejores colores sobre el paisaje, entonces divisábamos mejor las manadas. Este parque es espectacular, tanto así que es casi el único parque en el mundo donde uno se puede cansar de ver tantos rinocerontes blancos, pues son rarísimos, y como el tamaño del parque es relativamente pequeño y está encerrado, toda la vida salvaje está concentrada en los mismos puntos, lo cual aumenta las posibilidades de ver todas esas maravillas el mismo día y en cantidades enormes.

RINOCERONTES CON NAKURU AL FONDO

BUITRES

CEBRA

Nos despedía ya una manada de jirafas junto a nuestro vehículo mientras nos dirigíamos hacia el “peñasco del babuino”, y este fue definitivamente el punto cumbre de toda nuestra visita: una vista espectacular desde un alto donde se divisaba todo el parque con su lago en el centro y los parches de color rosado sobre su superficie, fue fantástico, me dejó sin comentarios.

JIRAFA SIN BOTAS

TODOS SON FLAMENCOS!

HYRAX

LAGO NAKURU AL FONDO

PAISAJE DE NAKURU CON FLAMENCOS

Ya finalmente nos dirigimos a la salida del parque, donde vimos muchas más aves de diferentes colores, hasta un “Mercedes Benz” con un babuino encima!, super chistoso!, y una hiena en medio de la sabana. Cruzamos la entrada del parque sin problemas, pues pensábamos que nos habían podido reportar, pero al final todo fue alegría para enfrentar el camino de regreso hasta Nairobi en unas 4 horas más, completando así una exhaustiva jornada de safari de 15 horas, desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, después de 3 horas de sueño, pero que la madre naturaleza hizo que valiera la pena.


GACELAS

BABUINO CONTEMPLANDO

1 comentario:

  1. Por finpude leer!!!!!!!!!!! Me encanto como siempre! Estuvo muy chistoso lo q los iban a meter a prision!! jejeje Te felicito nuevamente
    Te amo mucho....

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